martes, 22 de marzo de 2011

Distopía.

Es un mal momento para los soñadores. me temo que en toda vida llega el momento de un "despertar", de darte cuenta de que las cosas no son como creías, como veías en tus sueños. La realidad puede llegar a ser cruel, los amigos pueden convertirse en "no-amigos"... Tu utopía, tu idealismo, se desmorona poco a poco, es más inalcanzable que nunca Y así  me siento yo ahora mismo, de cara al mundo, desprotegida. Y mi único apoyo está tan lejos de mi... 

domingo, 20 de marzo de 2011

Después de un tiempo aprenderás que amar no significa apoyarse, y que compañía no siempre significa seguridad. Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas... Comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un adulto y no con la tristeza de un niño. Aceptarás que incluso las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas. Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma.. Descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla, y que tú también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de la vida... Aprenderás que las verdaderas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias. Y que no importa qué es lo que tienes, sino a quién tienes en la vida... que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir. Te darás cuenta de que puedes pasar buenos momentos con tu mejor amigo haciendo cualquier cosa o nada, sólo por el placer de disfrutar de su compañía... Descubrirás que muchas veces te tomas a la ligera a las personas que más te importan. Aprenderás que no importa a donde llegaste, sino a donde te diriges y si no lo sabes, cualquier lugar sirve... Aprenderás que si no controlas tus actos, ellos te controlaran a ti y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuan delicada y frágil sea una situación: siempre existen dos lados. Aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica. Descubrirás que algunas veces, la persona que esperas que te patee cuando te caes, tal vez sea una de las pocas que te ayuden a levantarte. Madurar tiene más que ver con lo que has aprendido de las experiencias, que con los años vividos. Aprenderás que hay mucho mas de tus padres en ti de lo que supones. Aprenderás que nunca se debe decir a un niño que sus sueños son tonterías, porque pocas cosas son tan humillantes y sería una tragedia si lo creyese porque le estarás quitando la esperanza... Aprenderás que cuando sientes rabia, tienes derecho a tenerla, pero eso no te da el derecho de ser cruel. Descubrirás que sólo porque alguien no te ama de la forma que quieres, no significa que no te ame con todo lo que puede, porque hay personas que nos aman, pero que no saben como demostrarlo. No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo... Aprenderás que con la misma severidad con que juzgas, también serás juzgado y en algún momento condenado. Aprenderás que no importa en cuántos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles. Entonces y sólo entonces, sabrás realmente lo que puedes soportar; que eres fuerte y que podrás ir mucho más lejos de lo que pensabas cuando creías que no se podía más. Y es que realmente la vida vale cuando tienes el valor de enfrentarla.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Que el fin del mundo te pille bailando.





Ante varios temas utópicos que en algún momento una se para a estudiar, he observado el gran colectivismo que nos domina día a día, y, sobre todo, a adolescentes. La impetuosa necesidad de pertenecer a un grupo, de ser aceptado en esta sociedad que nos domina y absorbe. Parémonos a pensar, ¿por qué no podemos ser como queremos ser, hacer lo que deseamos hacer en cada momento? Y es por el temor al rechazo, por encajar en el grupo de amigos de turno, aunque, con esas edades, nunca se sabe quiénes son los verdades (y, a decir verdad, tampoco con la de ahora). Los amigos vienen y van, la sociedad cambia constantemente, y nosotros con ella por esa ansiada integración.
Y es en este momento cuando cada cual debe reivindicar su "yo", su "individualismo". De acuerdo que no debemos olvidar la sociedad a la que pertenecemos, pero si debemos de pensar por uno mismo, y ser siempre feliz con lo que se hace.