Cuando acelero siempre vuelo sin miedo. Cuando freno, me doy la hostia.
Si ahora hubiera alguien a mi lado, en mi misma cama, no me plantearía nada de esto. No habría dudas ni búsquedas ni balanzas. Vivir solo implica reinventarse en cada momento, buscar planes, llenar tiempos. No hay nada hecho: todo está por hacer. Todo es abismo, improvisación, lucha. Con alguien, sin embargo, hay un proyecto en común: Tiras de él y él tira de ti. Simbiosis, lo llaman.
Limitar mis pensamientos a uno mismo es cansado. Libera más pensar en otros; compartir tu mente al 50%. Estoy cansada de darme vueltas y no delegar en nada ni en nadie. Terriblemente cansada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario